En Su Biblia Lea Esto en Voz Alta: Mateo 25:14-30
Memorice Este Versículo: Mateo 25:23: “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has
sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo del Señor.”
Después Discuta Esto: En la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), ¿qué distingue a un
buen administrador de uno malo?
Algo Para Hacer Antes de la Próxima Vez: Escriba sobre las áreas de sus finanzas que Dios quiere que
usted sea un buen administrador dando, gastando, ahorrando, etc.
Trabajo Escrito de Diploma: Escriba una página completa sobre la forma en que nuestras bendiciones
dependen de nuestra administración.
Medite Palabra Por Palabra En Este Versículo: Deuteronomio 30.19
La magnitud en la que experimentamos la abundancia de las bendiciones de Dios en nuestras vidas, se derrama en nosotros, en gran medida, a través del
área de la administración – la administración es el mecanismo que Dios ha establecido para ello, que trabajará a nuestro favor o en contra de nosotros. La Biblia da muchas referencias del hecho de que Dios está buscando gente fiel y
honrada para confiarles su dinero, y entre mejores administradores son, más dinero está dispuesto a confiarles. Nuestras bendiciones están, por lo tanto, condicionadas no a Dios, porque El está decidido y determinado a bendecirnos por
siempre, sino a la forma en que nosotros manejamos Su dinero y lo administramos.
En el Viejo Testamento, el gran deseo de Dios fue el ver a su pueblo poseyendo la tierra que le había prometido a Abraham y a su simiente, y verlos a ellos
florecer y prosperar – El libro de Deuteronomio habla muy frecuentemente acerca de esto. Dios no sólo estuvo constantemente urgiéndoles a tomar posesión de su heredad, sino que a lo largo de ese estímulo les llegó la exhortación de
que si ellos iban a gozar plenamente, ellos tendrían que caminar en obediencia a El, y que la desobediencia les conduciría a perder este gozo.
Las escrituras que siguen, tomadas todas del libro de Deuteronomio refuerzan los dos hechos de que Dios está determinado a bendecirnos, pero que para que
esto se haga debemos caminar en obediencia a El.
Deuteronomio 7:12-13: “Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la
misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la
tierra que juró a tus padres que te daría”.
Deuteronomio 15:4-6: “ para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu
Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido,...”.
Deuteronomio 28:1-2: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos
que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.
Deuteronomio 29:9 “Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciéreis”.
Deuteronomio 30:9-10: “Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en
el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en
este Libro de la Ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma”.
Los
dos principales pensamientos que se desprenden de todas las
escrituras recién leídas es el deseo de Dios de bendecir a
su pueblo y que para soltar esas bendiciones el pueblo de
Dios tenía la responsabilidad de caminar en obediencia.
Déjeme decir de nuevo que las bendiciones de Dios para
nuestras vidas están determinadas mucho más por nosotros que
por Dios.
De
hecho, a como señalan las escrituras que siguen, el mismo
Dios declara que esto es así y urge a su pueblo a escoger
las bendiciones. Luego, si usted quiere conocer las
bendiciones de Dios, debe escoger que usted las quiere tener
y caminar en obediencia a Dios para soltarlas.
Deuteronomio 11:26: “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición”.
Deuteronomio 30:15: “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal”.
Deuteronomio 30:19: “…os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y
tu descendencia”.
Esta idea de la obediencia que conduce a las bendiciones es llevada dentro de la Nueva Alianza y es enseñada por Jesús (particularmente en el área de las
finanzas) en la Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30) y la Parábola de las Minas (Lucas 19:11), cuando los talentos y las minas eran las unidades monetarias en los días de
Jesús. La materia de la administración es mencionada en Mateo 25:14, “es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes”. Aquí vemos a Jesús diciendo que el dinero es
de la propiedad de Dios y que a nosotros se nos ha confiado para usarlo en su beneficio y su gloria.
Ambas parábolas revelan dos hechos: los siervos fieles que manejan el dinero sabiamente, reciben todavía más; aquellos que no manejaron sabiamente el
dinero al final recibirán menos todavía.
Este mecanismo de la administración liberando las bendiciones de Dios es una salvaguarda tanto para nosotros como para Dios. El está buscando
administradores fieles y diligentes a quienes les pueda confiar su dinero y que lo administren para El con sabiduría. Proverbios 10:22,
“La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade
tristeza con ella”.
Simplemente, Dios no bendecirá a los administradores
infieles ya que la bendición les podría causar problemas y
que la persona o se olvide de Dios o derroche el dinero en
sus propios lujos. A medida que maduramos y podemos manejar
el dinero sabiamente, seguramente Dios siente gran placer en
bendecirnos más y más, pero en nosotros está el probarnos a
nosotros mismos la fidelidad y la confianza sobre el dinero
de Dios.
La pregunta que debemos hacernos nosotros mismos, por lo tanto, es ¿qué debemos hacer para ser buenos administradores del dinero de Dios? Abajo está una
lista de algunas de las áreas a ser consideradas y que serán examinadas en los últimos capítulos.
Dar
Ganar
Ahorrar
Invertir
Dar prestado Recibir prestado
Gastar Recibir
Quizás usted necesita evaluar cuidadosamente cómo está manejando en la actualidad el dinero de Dios y si usted tiene paz en su corazón porque Dios está
contento con su administración de Su dinero. Nuestros asuntos financieros son tan importantes que demandan que se tenga un gran cuidado en su conducción. Como el dinero que usted posee no le pertenece a usted sino que a Dios, usted no
tiene nada que hacer con él gastándolo a su gusto; él le pertenece a Dios y, por consiguiente, debe ser manejado para su gloria.