Lee en tu Biblia el siguiente pasaje en
voz audible:
2 Samuel 24:18-25
Memoriza este versículo: Hebreos
13:16 ‘Y no olvides hacer el bien y compartir con otros , porque Dios se
complace de esos sacrificios’.
Conversación posterior a la lectura:
¿Es correcto afirmar que si nuestras ofrendas no nos mueven tampoco
moverán a Dios?`
Asignación previa al siguiente encuentro:
entrega algo valioso de manera que el Reino de Dios sea extendido.
Trabajo Práctico: enumera la
mayor cantidad posible de personas en la Biblia que hayan entregado ofrendas
de sacrificio.
Medita cuidadosamente en cada una de las
palabras del siguiente pasaje: Filipenses 4:18
En la sección concerniente a los diezmos, se
arguyó que uno de los principios recomendables a seguir era el de diezmar
de lo primero y lo mejor que recibiésemos. Habiendo establecido que
las ofrendas es dinero adicional que entregamos, esta sección habrá de
expandir el tema de las ofrendas al presentar un buen principio concerniente
a ellas: el principio del sacrificio. Alguien acertadamente ha dicho
que si nuestras ofrendas no representan o significan mucho para nosotros,
entonces tampoco lo serán para Dios.
La Biblia constantemente menciona sacrificios
y en su mayoría se refieren a sacrificios en el contexto de entregar algo
con valor económico. Pareciera que Disonó puede resistir a la
tentación de derramar sus bendiciones cada vez que alguien desafiando el
egoísmo humano se atreve a hacer un sacrificio en su nombre. Cuanto
más damos, más seremos recompensados por ello.
El tamaño de la ofrenda monetaria de un
creyente es puramente un asunto entre él y Dios, por lo que la Biblia no
establece reglas específicas; sin embargo todo pareciera indicar que
la tendencia es a entregar importantes sumas de dinero, algo que represente
un sacrificio tanto a los ojos del dador como a los ojos de Dios.
El mejor ejemplo de lo que significa entregar
una ofrenda de sacrificio a Dios, es el ejemplo que nos dejó Jesús al
entregar su propia vida para expiar nuestros pecados y los pecados del
mundo. Efesios 5:1 dice, ‘Sed
imitadores de mí como yo soy imitador de Cristo, por lo tanto como amados
hijos de Dios vivid una vida de amor, tal como Cristo nos amó y se dio a
sí mismo por nosotros como ofrenda fragante y sacrificio para Dios’.
Jesús mismo conoce qué significa dar una
valiosa ofrenda y sabe bien a lo que nos ha llamado a hacer pues él mismo
lo ha hecho al punto de entregar su propia vida. Hemos visto
previamente que la pobre viuda cuya historia esta registrada en Marcos
12:41-44 ciertamente había dado una ofrenda que representaba un
verdadero sacrificio; la Biblia registra que dio todo lo poco que le restaba
para vivir en el plato de la ofrenda. Tal como en el caso de la vida
toda ofrenda que represente un sacrificio no pasará desapercibida para el
cielo, sino que el mismo Hijo de Dios la verá.
El rey David fue uno de los reyes más
generosos que la Biblia registra y esta regla de que el ofrendar debe ser
resultado de un sacrificio es algo que él ejemplificó en su propia
vida. En 2 Samuel 24, después de una
serie de errores que culminaron en el registro del censo de su ejército,
David incurre bajo en la ira de Dios y como resultado él ruega misericordia
y consecuentemente recibe instrucciones de construir un altar a Dios sobre
la era de Araunah. Él sabiamente declina la oferta de recibirla de
regalo y abiertamente declara en el versículo 24 ‘No, insisto que debo
pagarte por ella. No sacrificaré al Señor mi Dios una ofrenda que no
me ha costado nada’.
Sin duda, una de las iglesias preferidas por
el apóstol Pablo era la iglesia de los Filipenses y su carta a los
filipenses esta llena de amor, gozo y compañerismo para con los creyentes
de la misma. Filipenses capítulo cuatro es uno de los grandes
capítulos de la Biblia y Pablo señala en el mismo que una de las
características de esa iglesia era su marcada generosidad, además de ser
la única iglesia que apoyaba su labor misionera a través de sus ofrendas
durante sus viajes.
Es probable que los Filipenses trajeran sus
diezmos a la iglesia y que además recolectaran una ofrenda regularmente a
favor de Pablo. La naturaleza sacrificada de dichas ofrendas queda
reflejada en el comentario que Pablo cuando en el versículo 18 se refiere a
los filipenses como aquellos que ‘Son una ofrenda fragante. Un sacrificio
aceptable y agradable para Dios’.
Otro notable ejemplo de entrega de algo de
gran valor con sumo sacrificio es el ejemplo que nos llega a través de
Maria quien trajera un costosísimo perfume para ungir a Jesús. La
historia está relatada en Juan 12:1-6. Allí
Maria entrega un regalo al mismísimo Hijo de Dios, el verso 7 muestra que
este regalo le fue posible hacerlo pues había ahorrado para poder
costearlo. Más aun, el valor del perfume que ascendía a 300 denarios
representaba casi un ano de salario, pues según Mateo
20:2 por cada jornada laboral un empleado percibía un denario
diario. Esta gran ofrenda de sacrificio no pasa desapercibida a los
ojos de Jesús, y la Biblia registra regalo como algo de gran valor a la
vista del Hijo de Dios.
El mismo principio en cuanto a lo que
representa una ofrenda sacrificial es ampliado por el escritor del libro de
los Hebreos cuando dice, ‘Y no olvidéis de hacer el bien, y de compartir
con otros, porque de los tales sacrificios Dios se agrada’ (Hebreos
13:16). Note una vez más que el contexto aquí es nuevamente
financiero; se refiere a compartir nuestros bienes y dinero. Y el
término sacrificio que usa la Biblia declara que Dios se complace cuando el
pueblo de Dios hace sacrificios. Tal vez, a veces te preguntes ( y aun
temas) si Dios se complace con tu vida espiritual y si estas haciendo lo que
Dios te ha llamado a ser y hacer en el área de tus finanzas. Si estas
diezmando y pagando tus ofrendas de sacrificio de acuerdo a Hebreos
13:16, y si Dios se complace con lo que haces. Considera tu
vida y pídele a Dios que traiga convicción a tu corazón.
Tal vez el mejor ejemplo bíblico de lo que
es una ofrenda sacrificial se encuentre en la iglesias macedónicas a las
que se refiere 2 Corintios 8:1-6 las cuales
contribuyeron a favor de los empobrecidos santos de Jerusalén. Su
ofrenda es registrada como excepcional pues la Biblia revela tres hachos
notables con respecto a la misma.
1) Ellos ofrendaron con GOZO! (verso)
2) Ellos dieron por encima de su capacidad de dar (versículo 3)
3) Ellos entregaron con sentido de urgencia rogando que se les permitiese
hacerlo (versículo 4)
Tristemente hoy son muy escasos los ejemplos
de quienes ruegan poder poner sus bienes al servicio de Dios, pero los
macedonios lo hicieron y su testimonio quedo registrado para las
generaciones que habrían de seguirles. Raramente hoy alguien predica acerca
del lugar que ocupan las ofrendas de sacrificio o aun practica este tipo de
ofrenda. En general los pastores ya sea por miedo a ofender o por no
molestar a la congregación, no hablan de asuntos financieros lo que es
lamentable considerando cuántas referencias bíblicas hay en cuanto a esta
practica.
Entregar una ofrenda que sea un sacrificio
para nosotros probablemente sea algo difícil, pero los macedonios no sólo
rogaron que se los dejara ofrendar sino que lo hicieron con gozo. Es
claro que estos creyentes habían alcanzado un nivel de confianza y
generosidad en su Dios que pocos habrán de conocer y sin embargo que
privilegio deber ser el llegar al punto que ellos arribaron y experimentar
así la fe.
Finalmente, en el primer capítulo del
libro de Malaquías el Señor expresa su disgusto y desapruebo por los
sacrificios tétricos que le estaban siendo presentados, y concluye en el
versículo 14 diciendo ‘Porque yo soy un gran Rey, dice el Señor
todopoderoso, y mi nombre deberá ser reverenciado entre todas las naciones’’.
Dios muestra especial interés en nuestras ofrendas pues ellas revelan
nuestro amor, miedo y reverencia hacia él.
Tristemente para muchos cristianos el monto
de sus ofrendas refleja cuán esporádicamente caminan con el Señor.
Déjame preguntarte, ¿ es tu Padre celestial honrado cuando dejas tu
ofrenda en el platillo? ¿Representan tus ofrendas un verdadero
sacrificio? ¿Muestran tus ofrendas que tienes una relación seria y
profunda con Dios?
Mucha gente mundana esta dispuesta a pagar
una alto precio por un objeto que consideran de alta calidad – de la misma
manera que la calidad y excelencia son altamente preciadas a los ojos del
mundo, la excelencia, gloria y majestad de Dios también debe movernos a
querer expresarla con una alto valor monetario en nuestras ofrendas.
Concluyendo entonces, y con relación a la
pregunta inicial de cuánto debiéramos ofrendar, varias son las cosas que
podemos decir. En el Antiguo Testamento con la introducción de la
ley, la gente de Dios fue llamada a diezmar, y siguiendo las Escrituras en
su conjunto, queda claro que ese llamado a se aplica a todas las Fuentes de
ingresos que percibamos, y esto incluye áreas como el ganado, frutas,
aceite, y vino nuevo. un cuando la Biblia no es abierta y explicita en
este asunto para los que vivimos bajo el Nuevo Pacto, es sin embargo posible
deducir y concluir que este principio sigue vigente, y que el Nuevo
Testamento también habla de diezmar y ofrendar de la misma manera que lo
hace el Antiguo Testamento.
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