El rico
insensato
En la
parábola del hombre rico en
Lucas 12:16-21, Jesús habla del dinero y la
codicia, y la necesidad de acumular riquezas en el Reino de Dios, pero a que se
refiere Dios cuando habla de 'acumular riquezas en el cielo'. Por favor
coméntalo ¿Es más, Él sigue hablando en el verso 33 de proveer para nosotros
bolsas que no envejezcan, bolsas sin agujeros. A que se refiere con estas
ideas?
Bien, así como nosotros podemos depositar en una cuenta bancaria terrenal y
hemos comprobado que lo podemos hacer, la Biblia habla de una cuenta bancaria
en el cielo en que nosotros también podemos hacer depósitos.
En la
medida que esta verdad se vuelve una realidad en nuestras vidas nos llena de
gozo y jubilo que podamos entender la visión, y así daremos nuestro diezmo de
una forma diferente. Ya no de una manera mecánica como acostumbrábamos, porque
estamos invirtiendo en el Reino de Dios y de esta forma es como nos volvemos más
ricos en Dios. En la medida en que la verdad se hace vida en nosotros nos
comprometemos a invertir cada día más en nuestra Cuenta Celestial.
Dios
nunca olvida los dadores alegres
Quizás
la mejor referencia bíblica para esta cuenta celestial se encuentra en
Filipenses 4:16 “…pues aun a Tesalónica me enviasteis una y
otra vez para mis necesidades
“.
Aquí, Pablo estaba encomendando a la iglesia de Filipos el apoyo financiero
a su ministerio y nos cuenta que no solo le dieron el apoyo a su ministerio
sino que este fue visto, agradable a por Dios y depositado en su Cuenta
Celestial. Parecería que cada vez que ayudamos financieramente hasta el último
céntimo nuestro es visto y registrado por Dios y nunca se le olvidará.
Seamos, pues, dadores constantes y alegres.
Lo mas
importante de recordar sobre esta cuenta es que como una cuenta bancaria
terrenal podemos hacer retiros y tiene un interés muy alto. Solamente que en
vez de hacer un retiro como en nuestra cuenta terrenal, Dios nos envía lo que
necesitamos en el momento en que lo necesitamos. Por ejemplo, después de hablar
sobre su cuenta y de su fidelidad en dar, Pablo concluye en el verso 19
diciendo, '”Mi Dios, pues, suplirá todo
lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Este hecho de tener una cuenta
celestial debe ser un gran consuelo y estímulo a todos nosotros quienes hemos
sido dadores alegres y constantes y tenemos la seguridad que cada céntimo ha
sido grabado por el Señor que es el fideicomisario en el cielo y en la tierra y
nosotros sabemos que El es quien mejor puede cuidar nuestra cuenta.
Haz tesoros en el Cielo y no en la tierra
En los siguientes versos la Bibia habla de hacer tesoros en el cielo pensando
en una Cuenta Celestial: en 1 de Timoteo 6:19 nos da un pensamiento para
reflexionar en lo relacionado en nuestro dar en la Obra de Dios. Cuando
nosotros depositamos en la Cuenta Celestial no solo tenemos beneficios en esta
vida sino que también tenemos grandes beneficios en la vida la vida por venir.
Cuándo estemos ante el Tribunal de Cristo. Ver (2 Corintios 5:10) seremos juzgados, ciertamente,
según la forma como hemos usado nuestro dinero en la tierra y no seremos
juzgados por nuestros depósitos en la Cuenta Celestial. La Biblia nos habla de
Coronas en el Cielo y en 1 Timoteo 6:19 la Palabra revela que una de las
bases para recibir esas Coronas es la forma en que manejemos nuestra Cuenta
Celestial. Si usted muriera hoy ¿que cree que diría Dios acercad de su Cuenta
Celestial?
Mateo
6:20 dice "… sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan”
Lucas
12:33 “Vended lo que
poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los
cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye”
1
Timoteo 6:17-18 '….
A los ricos
de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las
riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las
cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que
sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;’
Si Dios se ocupa de los no convertidos
tanto mas de sus hijos
La Escritura parecería
indicar que hasta los no-convertidos tienen una cuenta con Dios y que Dios
tiene control de hasta su ultimo céntimo. Veamos la historia de Cornelio en Hechos 10:1-8. El Verso 2 enseña que Cornelio
daba regularmente a los pobres antes de su conversión (recuerda que hasta que
encontró a Pedro era una persona no convertida) y el verso 4 muestra que cuando
el ángel visita a Cornelio, le cuenta que su cuenta ha sido vista en el cielo,
´… tus oraciones y tus limosnas han
subido para memoria delante de Dios”.
Debe ser estimulante para cualquiera de nosotros que
hemos estado dando sistemáticamente durante muchos años que si Dios mira la Cuenta
Celestial de los no convertidos como Cornelio, cuanto más verá la Cuenta
Celestial de sus hijos.
Finalmente, veremos dos versos que se relacionan con los depósitos en nuestra
Cuenta Celestial. Ellos nos muestran el contraste entre el dador y el no-dador.
La primera escritura habla de la gente que
gasta todo su dinero en sí mismos y no dan nada a la Obra de Dios, que viene
del libro del libro de Hageo en donde el Señor publica una reprimenda a su
gente por el descuido en invertir en la reconstrucción del templo.
En la segunda lectura Jesús habla a sus discípulos – aquí los exhorta para ser
dadores con la certeza que así como damos a los pobres Dios proveerá un
monedero divino en donde no se perderá nada. ¿Cuál de los dos monederos
mencionados quisieras? si estamos descuidando dar a la Obra de Dios estaremos
utilizando un monedero con agujeros en donde nunca nos alcanza para nuestras
necesidades, si damos a la Obra de Dios, entonces tendremos un monedero divino
en donde nada se escapa.
Hageo 1:6 ' lo que usted gana va a una bolsa con agujeros
Lucas
12:33 '
Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan,
tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla
destruye’.
La Casa de la Oración
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Cerca de
seis millones y medio de personas,
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por el
huracán Mitch en 1998,
La Iglesia debe participar el proceso de sanidad
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