Esta sección acerca de dar en tiempos difíciles
considerará la necesidad de continuar
dando a pesar de estar cansado. La inmensa mayoría de cristianos, quienes
regularmente dan, experimentarán tiempos donde no verán aparentemente cosecha
por las semillas financieras que han sembrado. Es durante este tiempo que las
dudas vienen en contra de la fe, el desánimo se instala y la tentación se
levanta para que se detenga el dar. Si está pasando por un tiempo es que esta
siendo tentado a dejar de dar, ya que
usted ha sembrado mucho pero no ve cosecha, entonces este capítulo es para que
usted se anime desde las escrituras que estaremos viendo.
En principio, en una situación donde alguien ha dado
fielmente, pero aun no ha visto una cosecha, debe enfatizarse que tiene el
derecho de esperar una cosecha. No importa si es negro, blanco, hombre mujer,
un norteamericano o un africano quien ha sembrado una semilla financiera, Dios
no toma en cuenta el género, el color o la nacionalidad de nadie que siembra y
cosechará. Las leyes de siembra y cosecha no son como las leyes de
“apuestas”donde usted puede o talvez
no, ver el regreso de lo sembrado- cualquiera que haya obedecido y creído en
Dios con su ofrenda recibirá de parte de Dios.
Consecuentemente no es una
cuestión de alguien esperando por años preguntándose si Dios ha visto su
ofrenda y si El decidirá enviar una cosecha financiera a su vida. No es el caso
si una cosecha viene, pero cuando viene- si usted ha honrado a Dios financieramente puede con valor y confianza
esperar una cosecha.
Además no solamente es el caso de cuándo, vendrá la
cosecha pero otro factor importante que debe ser considerado es que la cosecha
vendrá en el tiempo de Dios y nada ni nadie puede acelerar sus cosechas. Ningún
granjero sembraría una semilla el domingo
e ir a buscar una cosecha el lunes a la mañana. Gálatas 6:9 dice “porque a su tiempo segaremos si no desmayamos”, y ni una gran cantidad
de guerra espiritual, ruegos o profecía
acelerará la cosecha. Descanse en el
conocimiento de la sabiduría y amor de Dios y en que El le dará la cosecha en
el tiempo justo- con toda seguridad no le dejará caído.
Ha sido ya comentado, con anterioridad que el tiempo,
la forma y la cantidad de cualquier
cosecha es solamente determinación de Dios
y simplemente no podemos decirle a Dios cuando, donde y como
bendecirnos, si procedemos así bien puede llevarnos a perder completamente la
bendición de Dios. En su infinito conocimiento Dios buscará la mejor manera posible
para bendecirnos, pero esto muchas veces no se ajusta a nuestro pensamiento de
¡cómo debería ser la bendición!
Recuerde que la Biblia habla que Dios sostiene los océanos en la palmad de su mano- Dios es
grande, sorprendente y Señor de todos y este mismo Dios no pasa inadvertido
frente a aquellos que han le han honrado con sus finanzas y tampoco de aquellos
que no lo han hecho.
La escritura que citamos con anterioridad de Gálatas
6:9 nos conduce a un punto muy fuerte sobre dar, aun cuando no hemos visto la
cosecha, ya que dice que tenemos la capacidad de perder nuestra cosecha, la escritura dice
“cosecharemos si no desmayamos”. En consecuencias la pregunta surge- ¿cuál es
la evidencia de que alguien ha
renunciado a su fe y ha dejado de creer que Dios le dará su cosecha financiera?
Con seguridad una de las evidencias es que dejarán de dar, porque si ya no
creen que Dios les bendecirá ya no tendrá deseo o motivación para dar.
Es por
lo tanto tremendamente importante que continúe dando a pesar de estar cansado
de hacerlo y a pesar de no ver, aún, cosecha, mantenga su fe
viva eligiendo dar. Continúe orando,
declarando y creyendo que la cosecha viene, no se canse de hacerlo. El diablo
quiere devorar su cosecha- mas cuando elija continuar dando en los tiempos difíciles estará haciendo un escudo de
protección sobre su cosecha y cerrando la boca al desaliento y las dudas.
Tristemente no hay una tremenda necesidad de
continuar dando durante los tiempos difíciles, pero todos los cristianos con
demasiada frecuencia renuncian al dar y dejan de creer 5 minutos antes de que
la cosecha esté lista para ser recogida- un buen ejemplo es la historia de la
pesca milagrosa en Lucas 5:1-11.
Luego de afanarse toda la
noche los discípulos estaban cansados y agotados, pero la voz del
maestro les alentó para lanzar las redes una vez más, a pesar de que estar
cansados obedecieron las palabras del maestro y recogieron una red que casi se
rompía por el peso de la pesca.
Quizás usted también se
ha afanado en sus finanzas y siguió dando hasta estar exhausto de hacerlo- ¿no
ha venido siquiera la voz del maestro para alentarlo? Puede ser que su
cosecha está solo a semanas, días u horas para ser levantada- talvez usted deba
dar solo un par de veces más y eso disparará el fluir de las bendiciones de Dios
sobre su vida- ¡no desmaye ¡ continúe dando.
Finalmente, un buen
ejercicio para hacer cuando ha dado por un largo tiempo sin ver la cosecha es
recordar sus anteriores cosechas y meditar acerca de las bondades de Dios que ya
disfrutado y visto en su vida.
El Salmo 103:2 dice
“Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios”,
desdichadamente, con frecuencia nos enfocamos en la realidad de que hemos
esperado por un buen tiempo una cosecha que olvidamos completamente los tiempos
en que Dios nos ha bendecido.
Si Dios le ha bendecido
anteriormente El con seguridad lo bendecirá en el futuro, así que permita que
las bendiciones anteriores le alienten a perseverar y continúe dando para que
aún pueda recibir más.
Todos los cristianos que
dan, pasarán por períodos donde no vean resultados aparentes, pero durante
el tiempo que han dado puede ser que los ángeles de Dios hayan estado trabajando
en el reino de lo invisible y preparado una cosecha para ellos la cual Dios les
entregará en Su tiempo justo.