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9. El Dinero Puede Ser Un Ídolo

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En Su Biblia Lea Esto en Voz Alta

Lucas 16:13

Memorice Este Versículo|

Lucas 11:41: “Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.”

Después Discuta Esto

¿Cuál es la mayor amenaza para la iglesia: la persecución o el materialismo?

Algo Para Hacer Antes de la Próxima Vez

Ore para que Dios le muestre a usted aquellas áreas de su vida en que usted está venerando el dinero.

Trabajo Escrito de Diploma

Escriba una página sobre cuál es la evidencia de que alguien no está contribuyendo don dinero.

Medite Palabra Por Palabra En Este Versículo

Lucas 16:15.

Después de haber visto el gran deseo de Dios de poner la riqueza en las manos de su pueblo, esta sección pretende establecer un verdadero equilibrio sobre lo que la Biblia enseña acerca del dinero. Mientras que hemos leído una gran cantidad de pasajes de la escritura en relación a la prosperidad, debe dejarse bien claro que también hay otro tanto de pasajes que advierten sobre los peligros del dinero – muchos de ellos de los propios labios de Jesús. Mientras que puede ser una gran bendición la prosperidad utilizada de la forma correcta y para el propósito correcto, también puede ser una terrible maldición para aquellos que no dan muestras de integridad y rectitud en relación a sus tratos financieros. Lamentablemente, hay una gran cantidad de enseñanzas acerca de la prosperidad que a la gente le gusta oír, pero pocas enseñanzas de cómo manejar y administrar el dinero de una manera que honre a Cristo. Si usted está buscando las cosas buenas de Dios, busque también Sus advertencias en relación al dinero.

A medida que Dios revela su naturaleza en el Viejo Testamento, uno de sus atributos es que El quiere que su pueblo le adore a El y sólo a El. Dios ha puesto en las vidas de toda la humanidad las demandas de darle sólo a El la adoración y la alabanza. El hombre fue creado con el deseo de adorar e idolatrar a Dios – cuando falla en cumplir este deseo, éste no se aleja, sino que puede ser expresado de diferentes formas, tales como la adoración a las estrellas de los equipos de fútbol, otros deportes y el rock. Consecuentemente, el mismo Jesús identificó el más grande mandamiento que Dios ha dado a la humanidad – efectivamente, adorarle a El, en Mateo 22:37-38: “Jesús le dijo: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.”

Otra revelación más del carácter de Dios en el Viejo Testamento es que El, de hecho, es un Dios celoso que se siente agraviado cuando su pueblo adora cosas y gente diferentes a El – sólo vea los pasajes que siguen donde el mismo Señor dice esto en varios lugares:

Éxodo 20:5: “…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,…”

Éxodo 34:14. “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.”

Deuteronomio 4:24: “Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.”

Lastimosamente, los hijos de Israel escogieron adorar a Dios extranjeros y, como muestra Deuteronomio 32:16, esto despertó la cólera de Dios y su celo: “Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con las abominaciones.” Esta idea del celo de Dios es trasladada hacia el Nuevo Testamento bajo la nueva alianza. El Espíritu Santo viene y vive con los Cristianos para darles poder para amar y alabar a Dios y caminar en obediencia a El. Sin embargo, cuando escogemos poner algo o alguien en el lugar de Dios, la Biblia dice en Santiago 4:5 que el Espíritu Santo se ofende: “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente.”

Así las cosas, surge la pregunta: ¿puede el dinero ser un falso Dios y un ídolo al que está adorando la gente? – de nuevo una vez más, el Viejo y el Nuevo Testamentos están de acuerdo en esto. Cuando los hijos de Israel se preparaban para entrar a la tierra prometida y moverse en la abundancia que Dios había planeado para ellos, aún antes de que ellos pusieran un pie en ella, ellos recibieron solemnes advertencias acerca de lo que la prosperidad podía hacerle a las personas. La abundancia de dinero puede llevar a la gente a la autosuficiencia y alejarla de una vida diaria de fe y verdad en relación con Dios. Peor aún, puede llevar a la gente a robarle a Dios la gloria que es debida sólo a El, y en la decepción que puede acarrear el dinero, la gente tomar el crédito para ellos mismos por las cosas buenas en sus vidas.

Deuteronomio 6:10-12: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, …, y luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.”

Deuteronomio 8:10-11, 14: “Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, …y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, …”

Deuteronomio 8:17-18: “y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas…”

A medida que avanzamos en el Nuevo Testamento, el mismo Jesús puntualiza esto en unos términos inequívocos en Lucas 16.13 cuando El identifica al dinero como un falso dios: “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

El sigue adelante para decir aún en un lenguaje más fuerte que cuando la gente ama el dinero antes que a Dios, es algo detestable a la vista de Dios: “…porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (versículo 15).

Finalmente, a como muestran los dos pasajes que siguen, una persona avara que ama el dinero es vista ante Dios como un adorador de un ídolo.

Efesios 5:5: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.”

Colosenses 3:5: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;”

Entonces, en conclusión, podemos decir que debemos creerle mucho a Dios y recibir lo mejor de El en nuestras finanzas de forma que podamos gozar de todas las cosas que El ha provisto para nosotros.

Sin embargo, debemos estar alertas de que sus bendiciones vienen con una bastante buena y severa advertencia de que el dinero puede ser un falso dios al que eventualmente podríamos terminar adorándole. De ahí que, es quizás muy conveniente que terminemos esta sección con las advertencias que la Biblia da, no acerca del dinero, – porque el dinero en si mismo no es el Diablo – sino que acerca del AMOR al dinero que es la mayor advertencia al pueblo de Dios que viene con la prosperidad que Dios anhela dar a su pueblo.

1 Timoteo 6:9-10: “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero.”

2 Timoteo 3:1-2: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de si mismos, avaros,…”

Hebreos 13:5: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;”

Eclesiastés 5:10: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto.”

 

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