El domingo pasado tuvimos, en mi opinión una de las
mejores celebraciones de bautismos que hemos tenido en la iglesia a la que
atendemos. La alabanza empezó y seguro que llegó al cielo, y entonces seis
personas en la forma tradicional de nervios contaron sus historias y
confirmaron su decisión de seguir a Jesús. Fue un día tan bueno como
pueda ser.
De los seis hombres, mujeres muchachos y chicas que se
bautizaron, cinco de ellos contaron las más profundas historias de como el
Señor los ha rescatado de toda clase de pecados, dolor y sufrimiento. Fue
brillante. Una preciosa señorita de solo 13 anos fue la estrella de la
función; cuando ella habló no hubo ni un ojo seco en el lugar. Es que a
los 11 anos se juntó con una banda de malos amigos y se metió en la droga,
el alcohol y las malas relaciones; la pesadilla de todos los padres. Pero
Jesucristo vino al rescate . . .
Pero sabes un a cosa, en la ocasión faltaba algo
intangible para darle el toque, para coronar el día; encontrar lo que era
llevó un tiempo descubrirlo. Fue esto.
De los seis curiosamente solo una joven simplemente
había escuchado el evangelio, y visto a Jesús por quien es, le había dado
su vida a Él - y bueno su cara brillaba con la presencia de Dios. Aún más
curiosamente esta fue Mung Hua, una maestra de China que había llegado a
hacer un curso a la universidad no hace mucho y había encontrado
alojamiento en la casa de una familia de creyentes de la iglesia. Como
muchos chinos ella nunca había oído de Cristo y como muchos chinos, cuando
oyó de Jesús y leyó la Biblia por ella misma, se convirtió en un
momento.
¿Así que había algo que realmente faltaba? ¿No fue
emocionante hasta el tope ver las misiones de rescate que había efectuado
Jesús? Claro que si. ¿Es que no necesitamos mas rescates como
este, al menos en nuestras familias ? Seguro que si, pero sabes, aquí en
Inglaterra no hace mucho tiempo que mucha gente era como Mung Hua,
convertida concretamente por el sonido del evangelio, salvo para la
eternidad y al mismo tiempo salvo antes de que puedan caer en las trampas
despiadadas del pecado que le esperan en el camino del hombre sin Cristo.
Dios siempre salva el día si se lo pedimos, ¿pero no
vale mas prevenir que curar? Si no es salvación ahora será salvamento
luego, especialmente para los jóvenes; si no es arrepentimiento ahora puede
ser que sea un arrastre a la rehabilitación después, si no es conversión
ahora puede ser calamidad después.
Predica la palabra;
insiste a tiempo y fuera
de tiempo;
redarguye,
reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
2 Timoteo 4:2
Nuestra propia campana del Evangelio en Internet ha
tenido 6.000 visitas cada día en Marzo; estamos a punto de mandar dos
libros nuevos a 90 naciones; y en Uganda Jorge esta preparando una pantalla
grande al aire libre con la película de Jesús.
No obstante por algunas semanas el continuo sentir en
una de las reuniones de oración ha sido acerca de una urgencia de
aprovechar más que antes los medios de masiva comunicación del evangelio
en línea con nuestro llamado y unción de dar a conocer a las
naciones lo que Cristo ha hecho (Salmo 105, 1-2).
Esto puede ser que signifique buscar oportunidades de
sembrar la predicación del evangelio a través de la TV, el cine, la radio
o en los estadios; o al otro extremo de inversiones por alrededor de €120
al mes se puede mandar un evangelista nativo que iría a lo largo y ancho
con el evangelio entre los millones de inalcanzados en la India. Si se
combinara la economía del occidente con la disponibilidad de los misioneros
pobres del mundo en desarrollo se podría montar un ejercito potente.
Por ejemplo si La Fundación DCI ayudara en la meta de
juntar 15.000 jóvenes para limpiar y evangelizar Londres este agosto
entonces compartiríamos en la cosecha que Dios dará.
Señoras y caballeros, en fin - nosotros siempre
ayudaremos a los pobres y descuidados, siempre apoyamos la formación de los
creyentes y los líderes nuevos, pero tenemos que predicar el evangelio al
perdido, a tiempo y
fuera de tiempo, donde podamos personalmente,
y a través de quien podamos mandar a los lugares que nosotros no podemos
ir.
Les y Pilar
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