En el norte de
Uganda tuvimos bancos en tres aldeas pero dos de esos proyectos fueron borrados
por las actividades terroristas hace un par de años cuando mucha gente perdiera
sus vidas en una sola noche.
Gracias a Dios, la aldea de Aduku no fue alcanzada por la violencia.
A
fines de 2003, DCI Trust proveyó un fondo de capital inicial de 500,000
chelines ugandeses –alrededor de £160 libras esterlinas o $200 dólares
estadounidenses- a un grupo comunitario local que trabaja para el beneficio de
viudas y huérfanos de la insurgencia y violencia pasadas, así como del SIDA que
también ha cobrado muchas vidas y dejado a una generación íntegra sin hombres
adultos para trabajar y procurar sustento. Los niños son criados por abuelos
mayores o por la comunidad o directamente por nadie.
El grupo
comunitario local de 5 mujeres y dos hombres bajo la dirección de un pastor del
lugar otorga préstamos de entre 50.000 chelines a 500.000 chelines, dependiendo
de un plan de negocios y experiencia del prestatario, primariamente a viudas,
mujeres y huérfanos en situación de pobreza –alrededor de 6 u 8 proyectos a la
vez. La mayoría de los micro emprendimientos incluyen la compraventa de ropa,
comida y una gama de productos en los mercados así como sastrería, actividades
todas que generan dinero en efectivo.
Típicos
micro emprendimientos del Banco para los Pobres
Sastería, producción de carbon para cocinar, y de zapatos fabricados con
neumáticos lisos.
Cada préstamos se
repaga mensualmente, y todos los préstamos han sido cancelados a partir de
ganancias dentro de los seis meses como máximo –a menudo en menos tiempo. El
grupo comunitario carga un 2% de interés sobre el monto del préstamo y con ello
incrementa el fondo de capital. Este importe extra es abonado por los
prestatarios con mucho agrado, pues saben que con ello ayudan a otras personas
a solicitar préstamos y a empezar sus propios micro emprendimientos.
Los bancos
comerciales locales cargan por lo menos un 18% pero de todos modos nunca dan préstamos
a los pobres.
Hacia el 2006, el
grupo comunitario había aumentado el fondo a 2,500,000 chelines y no habían
sufrido ningún fracaso comercial. Pudimos contribuir con otro 1,000,000 de
chelines al fondo de capital pues estuvimos muy a gusto con la administración y
la contabilidad.
Fue
impresionante ver cómo estas viudas y sus hijos prosperaron a través de los
micro emprendimientos. Los niños pueden ahora asistir a la escuela, pues hay
dinero para pagar los estudios. Con educación, ellos podrán conseguir empleo y mantener
sus familias.
Tal como habíamos
deseado, y más.
Tenemos Bancos para
los Pobres en Uganda, India, Burkina Faso y Camerún. Si desea ayudarnos con una
donación, podremos abrir más proyectos para viudas, huérfanos y personas pobres
que están más que deseosas de trabajar y tienen habilidades, pero no tienen
esperanza alguna de conseguir ayuda de los bancos comerciales. No hay mejor uso
del dinero que usarlo para dar esperanza a los pobres.
Somos el banco al
que le gusta decir Sí.
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