Garoua, es un pueblo tierra
adentro, muy distante, antiguo y profundamente islámico, lejos de la
costa atlántica, un lugar donde la pobreza y el analfabetismo han
sido la forma de vida por siglos.
Nuestra amiga allí es una
dama de nombre Matilde, al fondo, hacia la derecha en la foto, quien
es graduada de una Escuela Bíblica socia de DCI en Yaounde, a más de
24 horas de viaje en tren desde ahí. Matilde es particularmente
buena para introducirse dentro de los muy cerrados hogares de las
mujeres musulmanas y hablarles acerca de Jesús. Un par de años
atrás, la asistente de Matilde fue salvajemente asesinada por su
esposo borracho y Matilde, ya una mujer pobre con un matrimonio en
dificultades, heredó los 7 hijos para sumarlos a sus 5 hijos
propios. Nosotros le suministramos 500 pollos para que creara
ingresos para la familia y para el trabajo con las mujeres, pero no
duró mucho porque los soldados vinieron y se llevaron todo sin dejar
ninguna compensación.
Las mujeres musulmanas nunca
habían escuchado o visto nada parecido a la Fiesta para los Pobres,
donde se celebra el regalo de Jesús que Dios nos hizo.
Asombrosamente ellas vinieron, pero estaban un poco reacias a ser
fotografiadas, mientras que los niños no podían esperar.
Matilde escribe,
"Nosotros estamos tan
agradecidos a Dios por usarles para ofrecernos una gran Navidad la
que recordaremos toda nuestra vida. Las 68 mujeres, viudas y los
muchos huérfanos quieren darles las gracias. Nosotros les cantamos
canciones de Navidad a ellos y tuvimos una pequeña obra de una mujer
recibiendo las noticias del ángel que ella tendría un hijo sin
conocer varón y que eventualmente ese niño nacería. Esto fue muy
importante de mostrar que Jesús es un hombre cuyo padre está en el
cielo, no en la tierra, y que la tumba de este hombre está vacía.
Nosotros ocupamos mucho
tiempo contestando preguntas de cómo un niño había nacido sin que un
varón se casara con su madre y que aún estuviera vivo y no muerto?.
Esta es la diferencia entre el Islamismo y el Cristianismo. Después
de la Fiesta, 23 damas dieron su vida a Jesús y nosotros estamos
siguiendo al resto."
Las damas se fueron a su hogar con un regalo de aceite para cocinar
y jabón y tendrán mucho que hablar y pensar durante el año. Esta
es una de nuestras fiestas más pequeñas y fue hecha justamente en
silencio para no atraer la atención equivocada y la retribución en
los hogares. |