Entonces un día de esta semana un hombre le da leves golpecitos a usted en el hombro, sonríe, le da un trozo de papel escrito a mano de un libro de ejercicios. El dice, “Ven a este lugar en este día, Ven, yo te recogeré” Cuando usted llega allí las personas le sientan, le cantan, hablan con usted, esperan por usted como si usted estuviera en el restaurante que los ricos van, y le sirven tanto como usted pueda comer y pueda beber.

Ellos le explican a usted lo que sucedió el Día de Navidad largo tiempo atrás y cómo este Jesús vivió, murió y resucitó y dará a usted esperanza hoy. Usted es enviado a casa con medicina, o con un libro de la escuela, o una red de mosquitero, o semillas o un herramienta para hacer dinero con ello.

Usted vive donde golpea la hambruna y galopa el SIDA - en Malawi, o en los campamentos para refugiados de Uganda del Norte, o usted es uno de aquellos leprosos - y acaba de estar en nuestra fiesta de Navidad, la única fiesta a la que usted ha alguna vez asistido.

Hace tres años el Señor habló con nosotros en Lucas 14 diciendo, "Cuando ustedes efectúen un almuerzo o una cena, no inviten a sus amigos, hermanos, parientes, y vecinos ricos. Porque ellos les pagaran invitándoles a ustedes después. [Esto es lo que las personas hacen y lo que nosotros acostumbramos hacer, pero ya no más.] En vez de eso, inviten al pobre, al paralítico, al cojo, y al ciego. Entonces en la resurrección de los santos, Dios les recompensará por invitar a los que no les podrían devolver nada a cambio. Vayan rápidamente por las calles y por los callejones de la ciudad e inviten al pobre, al paralítico, al cojo, y al ciego. Salga a las veredas del país y detrás de las cercas de setos de arbustos e insten a cualquiera que encuentren a venir, para que mi casa esté repleta."  Jesús

Así que quizá usted puede hacer lo mismo que nosotros esta Navidad. Bendiga el pobre, aquellos lisiados por la vida, SIDA o lo que sea, al cojo que cojea a causa de las dificultades de la vida o un accidente, y al ciego, literalmente y espiritualmente. Usted los encuentra en las calles, los callejones y en el arbusto - no en las iglesias. Personas que se han convertido en personas sin esperanza y sin ayuda, personas que no tienen a nadie que se interese en cuidar de ellas, excepto Cristo. Usted los puede servir como si usted sirviera a Cristo mismo [Mateo 25,35] y darles un día que ellos nunca se olvidarán en todo el tiempo que vivan, el cual puede no ser tan largo. Nosotros le prometemos que usted sentirá la sonrisa de Dios en vez de la sonrisa de las tiendas que toman normalmente su dinero en Navidad.

Esto es cómo tener una Navidad verdaderamente feliz.
Les, Pilar y Lizzie.
Fotos de nuestra fiesta 2004

§ Estimado Les, Saludos de Malawi. . . .



Acabo de calcular que me hace falta el doble de lo que hemos comentado antes porque hay tanta gente que deberían estar invitadas, pues aquí hay mucha hambruna. A los pobres les cuesta muchísimo creer que van a comer gratis. Por casualidad me encontré con 7 huérfanos, los padres han fallecido por el SIDA dejándolos solos. Hoy mismo no tienen nada pero nada para comer. Les enseñé como es Jesucristo, oramos juntos, tres de ellos se dedicaron al Señor en el acto e invité a todos a la fiesta.
Pastor Musa, Lwuinga.

§ Hola Les y Pilar, Tengo aquí en Uganda . . .

Viudas, huérfanos, gente con SIDA y ciegos, tanto en lo natural como en cuestión de fe. Por aquí dejan que los más pobres mueran en los campamentos de refugiados porque son pobres en extremo o porque no pueden ayudarse o tienen SIDA, o son cojos, ciegos o minusválidos. Tengo a niños que viven solos en la calle comiendo de los basureros. Propongo invitar a todos los que podamos a ofrecerles un día inolvidable en el amor de Dios con comida buena, refrescos, música, drama. Le explicaré a ellos el significado de la navidad, luego oraremos por los enfermos e irán a casa llevando cada uno un red contra los mosquitos, algo que a lo mejor les salve la vida en el año que viene porque sufren barbaridades con el paludismo.
Geogre Purkweri, Lira, Uganda

§ Estimados Les y Pilar, Ya son 325 los leprosos que atiendan ustedes, algunos estan el punto de morir. Necesitan miebros artificiales, ropa y mantas, la lista no tiene fin pero les vamos a bendecir con alimentos, una fiesta cristiana y algunos regalitos. Nuestro pastor Juan les hace un visita cada mes.
Pastor Daniel, Kerala.