Me consta que hay
muchos amados hermanos latinoamericanos que tienen un fuerte sentir en sus
corazones a favor de las misiones y muchos piensan en España como desafío
evangelístico. Es muy loable y por eso me gustaría compartir con vosotros
algunas sugerencias prácticas que pueden ayudar a tener una panorámica más
amplia de la realidad de nuestro país. No pretendo ser exhaustivo ni
determinante en tu decisión, tampoco puedo en unas líneas abarcar todos los
aspectos de un asunto tan complejo, pero sí puedo dejarte unas consideraciones
generales.
En primer lugar debo
decir que todas las barreras pueden derribarse cuando es el Espíritu de Dios
quién está guiando la obra misionera. Junto con esta verdad tenemos el ejemplo
de la estrategia que Dios le dio a Moisés para la conquista de la tierra
prometida. “Y el Señor habló a Moisés diciendo: Tu mismo envía hombres a fin de
que reconozcan la tierra… Cuando Moisés los envió a reconocer la tierra de
Canaán les dijo: Subid allá… Ved como es la tierra, y si la gente que habite en
ella es fuerte o débil, si son pocos a muchos; y como es la tierra en que
viven, si es buena o mala; y como son las ciudades en que habitan, si son como
campamentos abiertos o con fortificaciones; y como es el terreno, si es fértil
o estéril… (Números, 13:1,17-20). En
definitiva se trataba de recabar información útil y de primera mano para
afrontar las dificultades de tipo logístico que enfrentarían en la conquista.
La España de hoy es
un país plurinacional, tiene 17 autonomías, algunas de ellas con idioma y
cultura distintas. El idioma castellano se usa en todo el territorio nacional,
pero hay comunidades autónomas con idioma distinto, es el caso de Cataluña, País
Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares. Eso significa que en zonas
como Cataluña vuestros hijos al ir al colegio tendrán toda la enseñanza en
catalán.
La economía española
vive momentos de verdadero auge, el nivel de vida es alto y eso ha atraído a
muchos emigrantes que forman verdaderas comunidades: latinas, musulmanas, y
países del este de Europa. Se pueden conseguir trabajos temporales, aunque
precarios y no sin dificultad. Una familia con dos hijos, pagando piso y los
gastos generales necesitará casi con toda seguridad dos sueldos para vivir con
normalidad. Hay diferencias en el coste económico de una región a otra. Las más
caras son Cataluña, el País Vasco, y Madrid.
España está
integrada en la Europa Comunitaria, con el euro como moneda común. Además
participa de las corrientes de pensamiento humanista y liberal que identifica a
los países occidentales. La decadencia moral es un hecho evidente que muestra a
una sociedad que se ha alejado de Dios y no pierde ocasión de apartarle de sus
pensamientos y su vida cotidiana, aunque en España sigue habiendo una
influencia notoria de la religión católica.
Por su parte la
iglesia de Dios está muy fraccionada, con muchos esfuerzos individuales sin la
fortaleza de la unidad del Cuerpo de Cristo. En muy pocos casos las iglesias
locales pueden sostener económicamente a una familia misionera, por lo que es
imprescindible que los misioneros tengan el apoyo de sus iglesias de origen. No
todas las iglesias pueden costear los gastos de mantenimiento del ministerio
pastoral y en bastantes casos el pastor debe compartir sus tareas con un
trabajo extra.
En las zonas del
interior del país (Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura) se
necesita hacer obra pionera porque faltan congregaciones en muchos pueblos
importantes o hay pequeños grupos. Las iglesias locales se concentran en las
grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla) y en las zonas
costeras.
La obra mayoritaria
que se necesita es de intercesión eficaz y evangelización en la unción del
Espíritu Santo. Luego está la fase de fundamentar a los creyentes en la fe en
congregaciones locales sin levantar un sistema eclesiástico, sino manteniendo
la frescura de la vida de Dios. España sigue siendo un desafío que necesita,
como todas las naciones, que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio y restauración.
Si el Espíritu del
Señor ha levantado en tu corazón el llamamiento misionero Su gracia te
capacitará para hacer la obra a la que El te ha llamado. Asegúrate que esto es
así y confírmalo con los pastores de tu congregación. Necesitarás el respaldo
de tu iglesia local a todos los niveles para no golpear al aire, ni ser como
metal que resuena o címbalo que retiñe. No se trata de alardear de vocación, ni
de ser llevado por instantes de emoción y mucho menos de salir de la realidad
difícil de tus circunstancias para huir a “Tarsis” con la excusa de servir a
Dios. La obra misionera no es un juego ni un entretenimiento, es hacer la
voluntad de Dios enfrentando toda la oposición de las tinieblas que se
levantarán también para devorar tus energías y destruir tu fe. Los llamados de
Dios superarán la prueba y alcanzarán la meta.
El libro de los
Hechos de los apóstoles sigue siendo el verdadero manual para la iglesia de
nuestros días en el avance del Reino de Dios a todas las naciones. En sus
páginas está escrito: “En la iglesia que estaba en Antioquia había profetas y
maestros: Bernabé, Simón, Lucio y Saulo. Mientras ministraban al Señor y
ayunaban, el Espíritu Santo dijo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.
Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los
enviaron. Ellos, pues, enviados por el
Espíritu Santo, descendieron… “
Para hacer una consulta sobre las normas de
inmigración las paginas son:
http://www.mtas.es/migraciones
http://www.infoinmigrantes.com
El punto de vista sobre este tema tiene su base en los
principios del Reino de Dios, sobre el fundamento de las Sagradas Escrituras,
tal y como lo entiende el autor,
haciéndose responsable único de aquellos
aspectos en los cuales haya otras interpretaciones; y va dirigido en primer
lugar a todos aquellos creyentes, nacidos de nuevo, y que forman
parte del Cuerpo de Cristo.
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