No hace mucho volví a leer y
reflexionar en el libro de Job y no dejo de sorprenderme de
su contenido. El comienzo y el final es lo que mas fácilmente
puede entenderse porque es donde se nos abre el escenario
para poder situar los sucesos. Sin embargo, el grueso del
contenido del libro está en su parte central, desde el capítulo
tres hasta prácticamente el último.
Pues bien, me sorprende la
valentía de Dios para permitir los argumentos de Job en
medio de experiencias dramáticas, y que hayan quedado
recogidas en uno de los libros inspirados del Canon.
También me sorprende la osadía
de Job para poner en voz alta el sentir de su corazón, las
contradicciones que vive y lo incomprensible de su situación.
Debo decir que agradezco el contenido en todos sus aspectos,
a pesar de las dificultades para comprender correctamente las
tesis que se presentan.
Job llega a ver a Dios como su
enemigo, el causante de todos sus males. Se pregunta si sirve
para algo guardar la integridad en medio de un mundo injusto
y si ha valido la pena haber vivido en rectitud para llegar a
una situación de quiebra total. Job maldijo el día que nació.
Anteriormente había soportado
con dignidad las noticias traumáticas de la pérdida de
todos sus bienes, de sus hijos y terminar siendo él mismo
una llaga viviente, rota su salud física y emocional. Sí,
aguantó todo lo que pudo, pero cuando la situación se
estabilizó en un punto muerto, comenzó a quebrarse su
estabilidad y rompió en quejas.
El dolor lento y continuado le
llevaron a expresar sus lamentos en voz alta. A partir de ese
momento surgen las contradicciones en sus argumentos. Entra
en debate con sus "amigos" que le presentaban
respuestas estereotipadas y superficiales al estado en que se
encontraba.
Todo ello me recuerda el
paralelismo que existe con nuestras experiencias como
creyentes, en el ámbito personal y también como iglesia.
Por ello me alegro que contemos con un libro como el de Job
en las Escrituras. Me alegra que Dios nos permita, a pesar de
nuestras contradicciones, argumentar delante de Él lo
inexplicable de muchas experiencias que vivimos como hijos
suyos.
Claro que hay que tener la
panorámica global de los acontecimientos de este libro y
poder así comprender mejor las vivencias de Job; teniendo en
cuenta que al vivir las nuestras no contamos con la totalidad
del suceso hasta que éste termina. Por eso nos ayuda a tener
esperanza lo que otros santos vivieron y poder así encontrar
consolación en las Escrituras.
"Porque
las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza
se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza"
(Romanos, 15:4).
La amargura, la queja, la
angustia y la incomprensión pueden llegar a ser muy reales
en nuestro caminar cristiano, sin embargo, podemos superarlo
con dignidad.
Vuestro en Cristo,
Virgilio
Zaballos
El punto de vista sobre este tema tiene su base en los
principios del Reino de Dios, sobre el
fundamento de las Sagradas Escrituras, tal y como lo entiende el
autor, haciéndose responsable único de aquellos aspectos en los
cuales haya otras interpretaciones; y va dirigido en primer lugar a
todos aquellos creyentes, nacidos de nuevo, y que forman parte del
Cuerpo de Cristo.
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