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Notas de la banca DCI para los pobres

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Tomadas del libro `Cuando la Ayuda Daña´ por Corbert y Fikkert Agradecemos de verdad esta traducción del inglés por Jesus Barraza Herrera de Saltillo, México.

¿ES EL MICRO-CRÉDITO UN MODELO PARA TI?

Muchas misiones, iglesias, pequeños ministerios e individuos en el mundo en desarrollo, van en pos del “Modelo Proveedor”, en el cual ellos tratan de emular al mundialmente famoso Banco Grameen de Bangladesh y a otros esquemas de Banca para los Pobres, para la fundación de pequeños planes de Micro-crédito, ofreciéndoles préstamos a la gente pobre.

Desafortunadamente, las misiones, iglesias e individuos de gran corazón, están particularmente mal ubicados para realizar préstamos por dos razones.

1. Ellos no tienen los recursos técnicos, gerenciales ni financieros para crecer lo suficiente como para hacer su programa de préstamos económicamente sustentable. Si los acreedores sienten que el programa no va a permanecer allí a lo largo del trayecto, dejan de pagar los abonos del préstamo, y por ende, causando que el programa vaya a la bancarrota. Para cambiar a una ciudad o a una nación como Grameen lo hace, se necesita un esquema de Banca para los pobres, viable y exitoso, de miles de miles de clientes, un número que es simplemente más allá de la capacidad de la mayoría de las misiones, iglesias, agencias e individuos. Sin embargo, los individuos y las agencias pequeñas pueden cambiar su comunidad como la Banca DCI lo ha hecho en Aduku, Uganda.

2. los creyentes Cristianos encuentran muy difícil de balancear su cultura de gracia y perdón, con la disciplina necesaria para cumplir con los abonos del préstamo. ¿Cuántos pastores o líderes de bancos estarían gustosos de obligar al abono de los préstamos -confiscando la seguridad o posesiones- de una viuda con cinco hijos y que falló en abonar a su préstamo? Pero si el esquema del banco no hace cumplir los pagos a esta viuda, otros acreedores pensarán que no tienen que abonar a sus préstamos, y el programa fallará. El Micro-crédito es un negocio difícil y al mismo tiempo una bendición.

Muchos misioneros e iglesias ignoran esta advertencia y creen que pueden ir en pos del Modelo Proveedor exitosamente. Pero el panorama está cubierto con las cáscaras de programas de préstamo fallidos, iniciados por gente bienintencionada.

REALIZANDO MICRO-CRÉDITOS SIN DINERO DEL EXTRANJERO

Considera una asociación de Crédito y ahorros como alternativa.

María caminó hacia el frente de la Iglesia de la Compasión de Dios en un barrio pobre de Manila y testificó a la congregación, “Mi hijo casi muere si no hubiera sido por la ayuda de la Asociación de Ahorros y Crédito (SCA por sus siglas en Inglés) de esta iglesia. Yo estaba calificada para obtener un préstamo para medicinas, y ellos también oraron por mí y visitaron a mi niño enfermo.” Camila entonces se puso de pie y explicó como los miembros de la SCA la animaron para pedir prestado algo de dinero, de tal forma que pudiera empezar un negocio de venta de galletitas. Como resultado de esta actividad, ella ahora está más apta para satisfacer las necesidades diarias de sus hijos.

La asociación de ahorros y crédito (SCA) en sociedad con la Iglesia de la Compasión de Dios, otorgó un total de cuarenta y un préstamos de relativamente bajo interés, dándose el lujo de obtener un 100% en recuperación de pagos. Además, el interés pagado sobre los préstamos, permitieron a los miembros de la SCA obtener dividendos sobre sus ahorros.

Pero las bendiciones fueron más que económicas, fueron en esencia. Los miembros de la SCA oraron por cada uno de ellos y por sus familias, y Dios incesantemente contestó sus oraciones: esposos encontrando trabajo, los niños fueron sanados, y las relaciones rotas fueron remediadas. Los vecinos de los miembros de la SCA comentaron acerca del amor y preocupación que los miembros mostraron unos por otros, mientras que los miembros de la SCA invitaron a sus vecinos a asistir a sus reuniones semanales y al estudio de la Biblia. A estas personas, sin ser miembros, se les permitió obtener préstamos de dinero de la SCA a tasas de interés mucho más bajas que aquellas disponibles de los usureros locales. Y cuando la SCA empezó su segundo ciclo de préstamos y ahorros, a estos no-miembros del grupo, se les permitió serlo.

Muy importante, esta SCA, la cual refleja un acercamiento alterno para el Micro-Crédito, no requirió de un céntimo de dinero de donantes ni de administración del extranjero. Una SCA es una unión de crédito simple en la cual la gente pobre ahorra y se presta su dinero mutuamente. Cada miembro contribuye con una cantidad previamente acordada al fondo del grupo en reuniones semanales. Los miembros de la SCA deciden cuánto prestar del fondo del grupo, a quién le será prestado y los términos del préstamo. Al final de un tiempo predeterminado, normalmente seis o doce meses, los ahorros de cada miembro le son devueltos junto con los dividendos que han ganado, producto de los intereses cargados a sus préstamos. ¡Esto es el microcrédito sin administración del extranjero y sin dinero!

El único rol de la iglesia, misión o agencias del extranjero en este modelo de SCA es simple para facilitar su información. El grupo de la SCA administra sus propios negocios y maneja su propio dinero, en otras palabras, los pobres son facultados para crear y administrar un sistema para ahorrar y pedir prestadas las cantidades de dinero que necesitan. Las juntas del grupo también proporcionan un contexto excelente para compartir la fe y aprender a andar los caminos de Dios, y que pueden ser ofrecidos por una misión, una iglesia o por los propios miembros del grupo.

Las SCA han demostrado ser un camino a seguir, altamente estratégico y efectivo en el Tercer Mundo por las siguientes razones:

  • Las SCA son simples de operar, pueden trabajar en pequeña escala, y no requieren de extranjeros para prestar o hacer acopio de dinero.
  • Además de facilitar préstamos, las SCA ofrecen una forma para la gente pobre de ahorrar e incluso de ganar intereses sobre sus ahorros.
  • Las SCA pueden trabajar tanto en áreas urbanas como en áreas rurales.
  • La magnitud de los préstamos en un rango entre $5~$12 son completamente posibles, como lo son los que alcanzan hasta cientos de dólares; por lo tanto, las SCA pueden atender a múltiples niveles de pobreza, incluyendo la pobreza extrema.
  • Los pagos totales de las SCA pueden ser usados para el amplio rango de necesidades domésticas y no para financiaciones de inversiones de negocios.
  • Debido a que las SCA originalmente fueron desarrolladas para gente pobre, al promoverlas se construye sobre el conocimiento local. De hecho, combinadas con el uso de los ahorros locales, contribuye al uso eficiente de las habilidades, mano de obra e inteligencia dentro de la comunidad de los pobres.
  • Las SCA emplean métodos altamente participativos, permitiendo a los miembros del grupo crear sus propias políticas en lugar de que les prescriban dichas políticas a ellos.
  • El hecho de que las SCA puedan originarse en las iglesias y en las misiones, hace más fácil el compartir y enseñar la fe, de este modo se localizan algunas aflicciones a nivel individual.

Hay numerosos ejemplos de iglesias y ministerios individuales promoviendo las SCA como parte de una palabra efectiva y una obra de ministerio en baja escala, pero los programas a gran escala también son posibles. Por ejemplo, la Iglesia Anglicana en Ruanda esta normalmente tratando de incluir a ochenta mil personas en las SCA centralizadas por la iglesia, como parte de su alcance integral a nivel nacional.

¿Cuáles son las desventajas de las SCA? Hay dos problemas sobresalientes. Primero, algunas veces la gente pobre lucha por dirigir a sus grupos correctamente, para mantener registros exactos, y para imponer la disciplina. Muchos Bancos de Micro-Crédito ejecutan mejor todas estas funciones. Segundo, las SCA no movilizan grandes cantidades de capital de préstamo, tan rápido como los Bancos de Micro-Crédito. La impaciencia de los miembros del grupo puede crecer con el proceso de ahorrar dinero por los préstamos de capital, particularmente si sus negocios pueden manejar mayores cantidades en sus préstamos. Con todo y esto, las SCA son alternativas viables para la localización de quebrantamiento y aflicción entre todos los rangos de pobreza en el Mundo en Desarrollo.

Consideren la Asociación para Ahorro y Crédito, afiliada a la Iglesia de Jehová Jirei, una congregación localizada en un Barrio pobre de Manila, Filipinas. Cada uno de los miembros de esta asociación viven con aproximadamente de uno a cinco dólares al día. Cada miembro deposita dentro del grupo tan sólo veinte centavos por semana, mismos que utiliza la asociación para hacer préstamos con interés muy bajo a sus miembros. Además, cada miembro contribuye con cinco centavos por semana para el fondo de emergencia de la asociación, que puede ser utilizado para dar alivio a miembros afrontando una crisis de emergencia.

Desde la perspectiva de un Occidental, estas personas son extremadamente pobres. Visto de esta manera, es muy orientador considerar las políticas que las SCA desarrollaron para su fondo de emergencia. El dinero del fondo es prestado – no regalado – con un interés de 0%, a los miembros del grupo y cuyos miembros de la familia se enferman. Ninguna asistencia está disponible para personas que tienen cortada la electricidad o el agua por no pagar sus recibos.

De acuerdo al grupo, tal situación no constituye una emergencia, puesto que los recibos de electricidad y agua son gastos domésticos para los cuales deberían estar todos preparados. El grupo incluso no hará préstamos de emergencia para hospitalización por alumbramiento, porque la familia tiene nueve meses para estar preparado a la llegada del bebé. Finalmente, la cantidad del préstamo del fondo de emergencia está limitado a la cantidad de las contribuciones ahorradas del miembro que solicita el préstamo. Los miembros de estas SCA son gente ruda.

¿A QUIÉN AYUDAS?

Muchas de las personas que acuden a ti por ayuda te dirán que están en una crisis y con necesidad de ayuda financiera de emergencia para gastos no prioritarios o de renta, alimentos o transporte. ¿Es el remedio la intervención apropiada para esta persona? Tal vez, pero tal vez no. hay varias cosas a considerar.

Primero, ¿Realmente hay una crisis al alcance de la mano? Si tu fallas en prestar ayuda inmediata, ¿Habrá realmente consecuencias serias y negativas? Si no, entonces ayudarlos no es la intervención apropiada, dado que es tiempo para esa persona de que tome acciones por cuenta propia.

Segundo, ¿Hasta qué grado fue el individuo personalmente responsable por la crisis? Por supuesto, la compasión y el entendimiento están en orden aquí, especialmente cuando uno recuerda los factores sistémicos que pueden jugar un rol en la pobreza. Pero aún es importante considerar la propia culpabilidad dentro de la situación, mientras se permite a las personas sentir algo del dolor resultante, derivado de un comportamiento irresponsable de su parte y que puede ser algo del “amor rudo” necesario para facilitar la reconciliación del alivio a la pobreza. El punto no es sancionar a la persona por sus errores o pecados que haya cometido, sino asegurarse que ha aprendido las lecciones apropiadas, de acuerdo a las circunstancias.

Tercero, ¿Puede ayudarse la persona a sí misma? Si es así, entonces una dádiva directa no es siempre lo apropiado, ya que esto menoscaba la capacidad de la persona para ser un administrador de sus propios recursos y habilidades.

Cuarto, ¿Hasta qué grado esta persona ha estado recibiendo ayuda de ti o de otros, anteriormente? ¿Igualmente, cuánta más de esta ayuda recibirá en el futuro? Tan especial como tú, así es el banco, ¡Y no sería la primera parada del tren! Esta persona puede estar obteniendo asistencia de “emergencia” una tras otra vez, de iglesias o bancos, de tal forma que tu “ayuda oportuna por-única-vez”, podría ser la décima de las ayudas que esta persona ha recibido recientemente.

Mientras que muchas de estas reglas empíricas golpean alguna cuerda intuitiva cuando se trabaja con los económicamente pobres en Norte América, muchos Occidentales ignoran estos principios cuando trabajan con los económicamente pobres del Mundo Subdesarrollado. Comparado con Occidente, los niveles de pobreza en el Mundo en Desarrollo, se ven tan devastadores, que la gente luce totalmente indefensa. En tales contextos, muchos Occidentales están prestos para repartir dinero y otras formas de alivio asistencial, pero sin considerarlos nunca cuando se está ministrando a los pobres en su lugar de origen.

Se requiere muchísima precaución, no permitas que tus emociones dominen al sentido común.

AHORROS

Junto con muchas otras personas que proveen de capital a la Banca, nosotros estamos virando hacia la idea de que el esquema debe ahora incluir el ahorro habitual por medio de los clientes y de los clientes en espera, antes de que obtengan sus préstamos. Esto significa que:

  1. Antes de que un cliente reciba un préstamo, debe estar registrado con el banco y estar en la lista de espera, además de estar ahorrando una cantidad pequeña cada mes, para su propio beneficio y para demostrar su responsabilidad y seriedad. Normalmente si ahorran 10 dólares por mes, pueden pedir prestado como mínimo 90 dólares o más, de acuerdo al criterio del banco.
  2. Ante de que un Banco pueda tener saturación de capital del extranjero, éste debe de tener ahorros o inversiones locales o ingresos por donativos. De tal forma que si un Banco tiene $50 en ahorros, puede pedir hasta un máximo de cinco veces esa cantidad, esto es $250.
  3. DCI no aportará en lo futuro el 100% de subsidios de capital ya que sentimos que debe de haber alguna participación de los titulares del banco y las personas pobres por sí mismas.
  4. El ingreso de los ahorros locales deberá recibir un pequeño ingreso y ser usado para préstamos.

DAMAS CASADAS COMO CLIENTES

Aconsejamos mucha precaución al hacer préstamos a damas casadas. Los estudios demuestran que en algunos casos, los préstamos otorgados a damas casadas son transferidos inmediatamente a los esposos u otros miembros varones de la familia sin ningún permiso o parecer. Las damas entonces en algunos casos, son abandonadas a su suerte como responsables de los abonos del préstamo, aunque no tengan un nuevo ingreso, mientras tanto el esposo disfruta de la reciente prosperidad pero sin compartirla. Las protestas de las mujeres casadas han conducido a casos de violencia en contra de ellas, así que en estos casos, el Micro-Crédito no les ha ayudado y en cambio si les ha causado daño y ha hecho su vida aún más difícil.

DCI piensa que las preferencia debería de dársele primero a las viudas, después a mujeres solteras, mujeres abandonadas y huérfanos y después a clientes varones o damas casadas.

En el caso de una solicitud de una mujer casada, el esposo también debe ser entrevistado y traer a luz los motivos, debiendo ser copartícipe prestatario junto con su esposa y hacerlos solidariamente responsables del pago de los abonos.

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