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El Virus Narcisista

Estoy perplejo, y en parte acomplejado, pero sobre todo alarmado ante el avance del narcisismo, la presunción, la competencia y la megalomanía desmesurada que veo en muchos de los predicadores modernos.

Durante mucho tiempo he sido altamente comprensivo y he justificado en muchas ocasiones las salidas de tono y moderación que he podido apreciar en muchos líderes, a lo largo de mi experiencia como cristiano militante. A veces he justificado conductas que, aunque sabía eran erróneas o tenían lagunas evidentes, me parecía que debía buscar el lado positivo, no juzgar y dejar pasar el asunto tratando de olvidarlo con la esperanza ingenua de que las cosas ya cambiarían. 

Hoy me resulta cada vez más costoso apreciar los síntomas inequívocos de centralismo en uno mismo, y en la tarea que ese mismo lleva a cabo, especialmente en los líderes llamados carismáticos. Me pregunto ¿cómo es posible estar tan centrado en si mismos y a la vez pretender transmitir la idea de humildad y de darle la gloria a Dios?. ¿Cómo es posible que personas de gran relieve en las iglesias locales caigan en un narcisismo tan evidentemente mundano y esto con una naturalidad que avergüenza el mensaje de la cruz de Cristo?

Se nos ha colado en grandes proporciones el síndrome de ser el ombligo del reino de Dios; el centralismo repulsivo que no ve mas allá de lo que se "cuece" a nuestro alrededor, y por supuesto el exclusivismo, formar guettos y reinos de taifas cristianos donde el mas listillo o avispado ejerce de gurú ante una masa de gente atolondrada y entumecida en su capacidad para pensar, creer y actuar.

Debo decir, en honor a la verdad, que yo mismo he participado de esos guettos de un mundo reducido a sí mismo y de espaldas a la realidad social que le rodea. Sin embargo, también debo decir que últimamente el Señor me ha hecho ver la estrechez de mis círculos concéntricos y giratorios sobre un estilo de vida reduccionista y sesgado.

Recuerdo las palabras de Jesús cuando les dijo a los suyos, precisamente para combatir el sistema de autoridad mundano, "pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será como vuestro servidor" (Marcos, 10:43). También he tenido que repasar lo que el apóstol Pablo decía a los filipenses sobre la sinceridad de ánimo en Timoteo: "Todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo" (Filipenses. 2:21). Verdaderamente la iglesia tiene una epidemia de narcisismo y presunción.

Narcisismo: Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras. Persona enamorada de sí misma.

Vuestro en Cristo

Virgilio Zaballos

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